Quizás te parezca difícil aplicar todo esto a tu vida, pero yo te digo una cosa. Prueba a invertir dos días en estas técnicas y principios, y empezarás a ver las ventajas de forma casi inmediata.

 

Te recomiendo muy en serio que hagas el esfuerzo por dedicar esos dos días. La Semana Santa es un muy buen momento, primero porque tenemos tiempo y también porque el estado mental es distinto en vacaciones.

 

¿Y cómo lo hago? Con calma, papel y de un tirón. Como supongo que, a no ser que estés usando ya algún método de organización, lo normal es que esté todo por hacer, la fase de recopilación puede te puede llevar fácilmente una media hora o incluso más. Eso sí, al final de esa media hora te encontrarás con un montón de elementos recopilados que a su vez tendrás que procesar y organizar para posteriormente poder evaluar qué hacer, lo que bien te puede suponer otra hora o más adicionales.

 

Esto se debería hacer, en la medida de lo posible, con el menor número de interrupciones. Por eso es aconsejable asegurarnos de que no nos molesten durante este tiempo. Intenta aislarte físicamente, apaga el móvil, el ordenador y cualquier otra cosa que pueda distraerte.

 

Piensa que recopilar y procesar un número elevado de frentes abiertos requiere una gran dosis de energía mental, sobre todo cuando muchos de estos frentes pueden llevar tiempo “abiertos”, “bloqueados” (¡esas asignaturas pendientes...!) Si no inviertes el tiempo necesario de una vez, las interrupciones y el tener que tomar y dejar las cosas varias veces pueden hacer fácilmente que al final tardes el doble de tiempo, y obtengas un menor beneficio.

 

La ventaja de hacerlo todo “de un tirón” es que sentirás una gran sensación de control y la satisfacción de haber cumplido con tu misión, lo que sin duda te ayudará a mantener el sistema al día durante las primeras semanas hasta que lo hayas convertido en un hábito. Y para empezar con el hábito cuanto antes, ponte cosas a hacer para el día siguiente, y hazlas. Si nos ponemos justo al día siguiente, lo tendremos fresco, y estaremos con ganas. Si lo dejamos para otro día… pasará lo de siempre.

 

Basándome en mi experiencia personal, el sistema GTD puede suponer incrementar tu productividad (o lo que es casi lo mismo, tu nota) de un 30% a un 40%. Imagínate ahora todo lo que podrías hacer con ese tiempo adicional…

 

Ahora, no pretendas conseguir beneficios en un sólo día. Dominar el GTD requiere tiempo y constancia.